Y después de la primera cita, ¿Qué?

Y después de la primera cita, ¿Qué?

Una primera cita puede ir desde muy bien a mal, pasando por todo un grupo de matices; espacio en el que se encuentran la mayoría de ellas. A continuación hemos intentado dar respuesta a la pregunta del título del artículo, situándonos en las diferentes posibilidades:

1) El amor a primera vista

El amor a primera vista es una expectativa poco realista, al ser poco probable. Aunque esto no quiere decir que no pueda suceder… Si pasa, tenemos que tener cuidado, porque este amor a primera vista puede ser correspondido o no y, en función de cómo actuemos, la situación puede evolucionar en una dirección u otra. Si la otra persona te atrae de entrada, procura mantener un nivel de tensión suficiente para poder interactuar de forma adecuada. Esto significa: no sobreactuar, no caer en monólogos que puedan aburrirla ni dejar pasar la oportunidad de conocer verdaderamente a la persona que tienes delante. Sea como sea, si la persona que hemos conocido nos ha gustado de verdad, es recomendable no dejar enfriar las cosas, pero evitando comportarnos de forma impulsiva e insistente. Si la primera cita ha sido real, cara a cara, no tiene mucho sentido interactuar excesivamente sin salir de la zona de confort que suponen las conversaciones de Whatsapp. A veces, éstas nos conducen al terreno de la superficialidad y de las respuestas automáticas. Recomendamos, pues, que la propuesta de compartir una segunda experiencia real tenga lugar en breve, sin forzar las cosas… Esta propuesta puede venir por parte de cualquiera de vosotros/as; parece una obviedad pero no lo es. A veces ocurre que ambas personas esperan recibir una muestra de interés por parte de la otra y al final ninguna de las dos da el paso.

2) Me ha pasado el tiempo volando y tenemos bastantes cosas en común pero existe un “pero”…

Este escenario es el más frecuente. Te has encontrado ante una persona que tiene la mayoría de los ingredientes que consideras imprescindibles pero con alguna cosita que no te acaba de encajar... ¿O quizás todo encaja pero no ha surgido la conexión (feeling) necesaria en una relación amorosa? Tanto si se trata de una cosa como de la otra, una segunda cita es más que recomendable. Las primeras citas no son fáciles, es complicado mostrarse relajado y poder expresarse con naturalidad ... A veces, también puede pasar que proyectemos una imagen que no se acaba de ajustar a nuestro estilo habitual, por el hecho de habernos querido arreglar más de la cuenta para el día en cuestión. Por todo ello y mucho más, volverse a encontrar te ayudará a determinar si esta "cosita" es determinante o no y, también, a experimentar si la química surge o no. Para que esta segunda cita te aporte la información necesaria para decidir si la relación amorosa tiene o no futuro, queremos sugerir que tenga lugar en un entorno cuidado, al igual que hemos procurado para la primera cita. No te precipites, quedando si cuidar el cuándo y el cómo. Proponle vivir una experiencia juntos que os pueda gustar... Una salida en BTT, un paseo por la playa que acabe con unas tapas junto al mar, la visita a una exposición de un temática que te apasione, el estreno de un musical, asistir a una competición deportiva…  

3) La persona es objetivamente compatible conmigo pero no me he sentido bien.

Este es, por suerte, el supuesto menos frecuente. A pesar de que nos resulta incómodo, es bastante fácil de gestionar. Simplemente se trata de cerrar de manera clara pero educada el capítulo abierto con la persona que hemos conocido. Cuando decimos de manera clara no nos referimos a expresar en profundidad lo que no nos ha gustado (o disgustado) sino de ser claros en nuestro posicionamiento. Podemos utilizar frases genéricas y clarificadoras del estilo: "Hemos compartido una cena agradable, pero veo claro que no eres el tipo de persona que estoy buscando". Si nos encontramos con cierta insistencia (Whatsapp frecuentes, por ejemplo), recomendamos pensar un mensaje más contundente del estilo: "No estoy interesado/a en establecer ningún tipo de relación contigo, te agradecería que no me escribas más"

Para terminar, queremos remarcar que es importante vivir de forma natural cualquiera de los supuestos. Debemos entender que saber transitar por las emociones que sentimos antes, durante y después de nuestra cita, forma parte del proceso para llegar a encontrar a la persona que realmente queremos a nuestro lado. Cada cita es una experiencia que nos ayuda a clarificar lo que queremos y a aprender a pasar los filtros necesarios. Hay que vivirlo, pues, como una oportunidad. El amor llegará detrás de alguna de las oportunidades que nos permitamos vivir, sea a través de una de nuestras citas a ciegas o de cualquier otra vivencia que decidimos aprovechar. Recuerda: Citas a Ciegas es una forma más de buscar el amor. Si quieres, ¡te ayudaremos!


Por último, queremos invitarte a conocer nuestro método. Consta de cinco sencillos pasos que encontrarás aquí

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